OFICINA, srtas, sras, y nuevos compas...
heladera chica, y poca solidaridad y nada de socialismo...
La leche que uno compra, oh casualidad se termina mucho antes de que uno la ingiera, por esas cosas del destino...
Entonces para develar el misterio, El vengador lacteo, adquirió un sachette ingirió un sorbo, y por la rendija salidera o pico vertedor casero le introdujo sal y pimienta, para que el destino se encargue de mostrar quien era el urgador de lo ajeno...
Todo hubiese sido color de rosas si la muqui, no usaba esa leche para el cortado de la jefa...
Menos mal que no me cuesta poner cara de gil... y mirar para otro lado.-
ECHALE LA CULPA A OTRO
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